Retratos ceremonias y fetiches

Desconfianza, dominación, miedo, hechizos, fetiches y sangre son características claves de los cazadores del país Mandé. Son temidos y respetados por sus poderes, incluso se dice que son los únicos que pueden echar un mal de ojo a distancia, sin conocer a la persona, los únicos que pueden protegerte estés donde estés, los únicos que se temen los unos a los otros.
El riego de los fetiches es una ceremonia particular, pero también muy común para estos descendientes de Soundjata Keita.
El cazador deja suavemente sus fetiches encima de media calabaza, coge nueces de Kola, deja una parte como ofrenda y muerde la última. Quema una mezcla de tierra y polvo y al mismo tiempo se cubre la cara con las manos. Entonces coge su escopeta y deja pasar el humo dentro del cañón abierto. Durante un largo momento pide a sus fetiches amparo y ayuda para la caza.
Una vez terminada la ceremonia, mete cuidosamente sus fetiches dentro de su bolsa, muerde otra nuez y se va a cazar.
Está claro que no entiendo cómo, antes de salir, sabe con exactitud qué va a cazar. Tampoco me explico por qué, cuando me enseña esta colina a lo lejos sabe que una cierva se encuentra allí, ni por qué confía tanto en mí para compartir sus secretos.
La África negra tiene misterios que los blancos no podrán entender jamás, pero de vez en cuando el cazador da unas pistas para que podamos participar durante unos breves momentos, en este mundo silencioso.